Kenshinkan Dojo

Pachón (.

Si buscas un dojo de artes marciales con un enfoque más tradicional o menos competitivo, por decirlo de algún modo, este es tu sitio. Además es un sitio con una personalidad muy cuidada en contraste con la mayoría de centros deportivos que muchas veces pecan de una cierta hostilidad estética. Además tiene una pequeña pero interesante biblioteca y de vez en cuando realizan otras actividades culturales a parte de la práctica de artes marciales, por lo que también podríamos considerarlo un modesto centro cultural.

Enrique P.

Una escuela única, dónde aprenderás valores y artes marciales tradicionales (entre otras muchas cosas), de la mano de maestros altamente cualificados.

Bárbara

Kenshinkan Dojo es un lugar del que sólo caben pensamientos positivos. Muchas cualidades destacaría, pero si algo lo define es la calidez de las personas que trabajan allí y su auténtico amor a las artes marciales. Un amor que se traduce en constante esfuerzo y dedicación y que, sin duda, logran transmitir. Pedro y Juanma son maestros y amigos, y eso es lo que caracteriza la práctica y la especial relación que mantienen con sus alumnos y alumnas. Muy recomendable, sin duda agradezco que fuera mi primer contacto con el mundo del budo.

José M.

En una sociedad donde las artes marciales casi se ven y se tratan como un servicio más de comercialización y monetización, pasando a segundo plano el acercamiento a lo tradicional y el estudio, tanto físico como bibliográfico de la evolución de las artes marciales, el Dojo kenshinkan me ha dado otro enfoque y ha llenado ese vacío que un alumno siente cuando se hace la pregunta ¿Realmente me dan un cinturón porque he aprendido bien o solo porque estoy pagando por él y recibo uno cada dos meses, sea que aprenda algo, asista o no a clases? En este Dojo, con la forma de enseñanza, alienta a uno a superarse a si mismo, estudiar y nutrirse de fuentes bibliográficas seguras, en combinación con la práctica que cada uno debe dar a si (la guerra contra uno mismo de cada día para superarse) y no solo esperar que un "maestro" te lleve de la mano siempre y te tome de brazos y piernas, como si fuera titiritero y te enseñe así cómo realizar los movimientos. Yo creo que este es el camino que tomaron los maestros de siglos anteriores, en la búsqueda del conocimiento del cuerpo y control de los movimientos, concentración, enfoque y balance entre cuerpo y mente, algo que no he logrado encontrar en una federación normal de artes marciales.

Ángel R.

Es un dojo donde se vive y se respira el bujutsu. El dojo adecuado para que verdaderamente quiera aprender y tener vivencias de un arte marcial. Con excelentes profesores y el sensei.