Entitat esportiva sense ànim de lucre que té com a principal objectiu la promoció i la difusió de la navegació amb l’embarcació de patí a vela. Padel Surf - Caiac - Pati de Vela - Llagut Català - Surf - Yoga - Aigües obertes
Me encanta este club. Tomaba varias clases de patín de vela y los profes son muy buenos. Claro, allí también construyen patines de velas totalmente artesanales. Es algo maravilloso. También había alquilado paddlesurf y kayak y el trato siempre era muy bien. Tienen mucha material para elegir. Los cambiadores tienen taquillas y duchas.
Hacen actividades de toda clase, incluso supervivencia en balsa salvavidas, genial! Un día muy divertido!! Recomiendo!!!
Estuvimos un grupo 8 niños de 12 años en la tarde del sábado. Alquilamos dos paddle surf de dos horas a 50 euros total, nuestra primera vez. El trato de Cynthia y el compañero de la orilla, fue excelente, empatía y profesionalidad. Los precios son los que se espera en mar de Barceloneta, algo más elevados que otros sitios de otras comunidades autónomas, pero vale la pena, el lugar, buen material, los chalecos y remos en buen estado, las tablas mistral también muy bien cuidadas. Sin duda repetiremos, por la atención tan amable de Cynthia y las ganas y motivación que han puesto en estos niños en hacer deporte y disfrutar de una excelente tarde en el Mar Mediterráneo. Lo prometido es deuda!
Sitio excelente para la práctica del Paddle surf !!!! Me lo he pasado genial hoy con ellos . Muy recomendable para la gente que se quiera iniciar en este fantástico deporte . Muy buena atención por parte del personal . Repitiremos !!!!
Todo está muy claro. Se percibe el ambiente playero. La atención excelente. No he probado el bar por lo que no puedo opinar. Mi hijo realizó el curso de surf y vino todos los días con una gran sonrisa. No le puedo pedir nada más a un curso de este tipo
La ubicación es inmejorable, buenas vistas a la playa tanto desde la terraza como de dentro del restaurante. La comida muy rica, me gusto mucho el arroz negro. El servicio es un poco mejorable, había una camarera que nos atendió súper bien pero cuando se llenó el restaurante no daba a basto y se volvió todo muy lento y un poco caótico. Aún así volveremos!
Muy poco elegante, éramos grupo de 11 y asistimos 10 personas, al llegar avisamos que al final éramos 10 en vez de 11 y al pagar la cuenta nos cobraron 11 menús en vez de 10. Una estafa total y el responsable no era nada empático ni profesional. El trato final era súper cutre.
Que decepción, nunca hemos comido un arroz negro así, nada mezclado con el arroz, solo arroz, su tinta y… 5 pobres pequeños calamares fritos encima y ya está!! calamares fritos en una paella, muy mala mezcla 🤷🏻♂️. El arroz no está mal pero por el precio es un abuso! El servicio bien pero no nos propusieron ningún gesto comercial a pesar de nuestras quejas. No recomendó este restaurante además con muy poca gente un domingo por la tarde, significa mucho. A mejorar chicos!!
Pido una paella de pollo con butifarra y me traen pollo con verduras. Lo malo es que no lo reconocen cuando no hay ni un trozo de butifarra. Para traer un trozo de tarta de postre tardan 20 minutos. Para que nos hacen estar a las 13h si acabamos saliendo a las 16h, demasiada espera entre platos. Además precios caros para la comida que sirven. Señores esto no funciona!
La situación es inmejorable. La comida buena aunque pagas más el lugar que la calidad de sus platos. Tuvimos la mala suerte de coincidir con una celebración de una comunión y los niños nos dieron la comida. El personal es muy atento y el enclave espectacular.
El Red Fish es un restaurante atípico en Barcelona. Llegamos sin reserva y nos hicieron lugar (iba yo con mi hija, 13 años e hijo, 12). Todo está rico, con especial mención a las bravas de la casa y los arroces. Era una tarde de Febrero y, aunque hacía frío, el ambiente es cálido por el brasero que te ponen en los pies de la mesa y la luz del sol que calentaba. No estuvimos más rato porque los niños tenían deberes. Ahora que ya están de vacaciones he prometido llevarlos otro día. Muy recomendable.
Tuve el placer de conocer el Red Fish poco antes de que el Ayuntamiento de Barcelona lo derribase bajo un nuevo plan de usos del Puerto Olímpico. La experiencia fue maravillosa. Una pena que este increíble restaurante no haya conseguido sobrevivir al nuevo gobierno de la ciudad.
El local tiene mucho encanto justo delante del mar. Lamentablemente, la comida es una desastre. Las croquetas de pollo y jamón estaban duras y frías, la paella estaba saladísima, los buñuelos de chocolate incomibles. Además el camarero que nos atendió fue poco amable.