
Des de 1979 ix a Patraix el Trenet de l’experimentació, l’art, la imaginació, les emocions i el compromís per una educació infantil arrelada, participativa, tranquil·la, càlida i creativa. Un viatge apassionant i irrepetible que es nodreix de l'anhel innat de cada xiquet per fer i desfer, per crear i recrear-se, per descobrir i descobrir-se: amb els cinc sentits, al seu ritme i a la seua manera.
Me encanta el Trenet, es un lugar maravilloso , mucho valor añadido y mucho compromiso por todo el equipo que lo forma, magnífico trabajo, sin duda lo recomiendo a todo el mundo y sin pensarlo , estoy muy contento con todos los resultados que poco a poco se ven con mi niña gracias a ellos. Recomendable al 1000%.
Es un lugar encantador para que tus hijos empiecen a explorar el mundo. El equipo humano es increíble, super empáticos y amigables, los niños les adoran. Las actividades muy bien planificadas, favorecen el desarrollo de las capacidades de cada niño y fomentan mucho la música, expresión corporal, les hacen sesiones de teatro y psicomotricidad… les llevan de excursión por el propio barrio, a la playa etc. respetan los tiempos de cada niño y permiten a los padres compartir las experiencias con los niños y el resto de padres. Crean un ambiente mágico. Aún nos queda un añito de disfrutar 👏🏽
La mejor guardería de Valencia, los niños aprenden jugando y disfrutando del entorno , son un gran equipo 🤗
El Trenet es mucho más que una guardería: es familia, hogar, cariño, cuidado, comprensión... Entre sus paredes nuestros dos niños han descubierto la VIDA, a través de la estima, los conocimientos y el amor de la que fue, es y será, nuestra familia trenetera. Es un lugar mágico donde las cosas, simplemente, se convierten de la manera más natural posible, sin prisas, sin "manuales", sin "objetivos", con la ternura de aquellas que saben lo que se hacen. Recomendable 100% para aquellas familias que buscan un espacio flexible, seguro y comprometido donde "dejar" a sus queridos y queridas. Larga vida en el Trenet, ¡te queremos!
Lo mejor que les haya podido pasar a mis hijos es haber sido treneceros. ¡Y a los padres lo mismo! Una experiencia que nos ha marcado para siempre.